Los mejores trucos para eliminar las garrapatas de tu gato
Aunque no es tan frecuente como en los perros, las garrapatas también pueden afectar a los gatos. No se trata de un asunto banal ya que, además de producir un picor muy intenso y alimentarse de su sangre, las garrapatas también pueden transmitir diferentes enfermedades a los mininos, algunas de ellas de carácter grave, como la fiebre del gato montés o la enfermedad de Lyme. La clave está en la prevención.
La enfermedad de Lyme es una de las más peligrosas en gatos, y se desarrolla por una bacteria que transmiten las garrapatas. Los síntomas más comunes son: fiebre, apatía, depresión, inflamación de los ganglios linfáticos, dificultad respiratoria, vómitos y diarrea.
¿Qué son las garrapatas?
Las garrapatas son ectoparásitos de color marrón oscuro o negro que atacan a mamíferos. Tienen un total de ocho patas que utilizan para adherirse a la piel. Existen dos tipos de garrapatas:
- Blandas: se ubican en el interior de las orejas de los animales, así que para detectarlas no es suficiente con revisar el pelo del minino. Tendrás que prestar especial atención a sus orejas. Son de color crema y, tal y como su propio nombre indica, tienen una textura blanda.
- Duras: son las más comunes y, al contrario que las blandas, se ubican en el dorso de los gatos. Son de color marrón oscuro y su caparazón es duro.
¿Cuáles son los síntomas de garrapatas en gatos?
Lo primero es conocer cuáles son principales síntomas de garrapatas en gatos. El principal signo de alerta es que tu minino no para de rascarse. Además, las garrapatas suelen perforar la capa más externa de la piel, así que es normal que provoquen pequeñas hemorragias.
Si no estás atento y no eres capaz de identificar el problema a tiempo, cabe la posibilidad de que las garrapatas se reproduzcan y, en consecuencia, aparezcan en mayor número. De ser así, el gato podría sufrir anemia, parálisis e incluso una intoxicación.
¿Qué hacer si el gato tiene una garrapata?
Si observas que tu gato tiene una garrapata, lo mejor que puedes hacer es llevarlo al veterinario para que te enseñe cómo sacarla. Aunque parezca algo sencillo, lo cierto es que no lo es. Es fundamental sacar la garrapata completa, sin que quede ningún trozo dentro de la piel.
Si no sabes cómo hacerlo, es muy probable que tires del cuerpo y la cabeza se quede dentro, lo que aumenta el riesgo de que el animal sufra una infrección u otro problema de salud grave.
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